Cultura, Color y Tradición
En la composición cultural de República Dominicana intervienen las influencias de los grupos étnicos que se mezclaron en esta isla: europeas, africanas y, en menor grado, indígenas; también en las expresiones artísticas, la gastronomía, la artesanía, el deporte, la religión, entre otros aspectos, que conforman la identidad del pueblo dominicano.
En cuanto a la gastronomía, el país posee una rica y multifacética cultura culinaria, producto de esa misma fusión, la cual posteriormente también fue salpicada de la cocina de otros lugares del mundo, dando lugar a una comida de deliciosos sabores y olores, como es la dominicana.
El plato emblemático es llamado la “bandera”, compuesto por arroz blanco con habichuelas rojas (frijoles), acompañados de una porción de carne (de res o pollo) y una ensalada o tostones (rodajas de plátanos verdes fritos), menú que cotidianamente se sirve de almuerzo. A este le siguen el moro y el locrio.
En el aspecto de la artesanía, el país presenta una rica manifestación artística que conjuga una variedad de técnicas, contenidos y tradiciones, predominando una infinidad de objetos de gran vistosidad.
El merengue es el baile nacional dominicano por excelencia. Sus orígenes coinciden con la identidad de la nación, su cultura y su raza, hacia los años del nacimiento de la república y las primeras manifestaciones culturales.
En el ámbito de los deportes, el béisbol constituye el preferido de los dominicanos, no sólo como juego o pasatiempo, sino como parte del orgullo e identidad nacional.
“La pelota”, como se le llama popularmente, llegó a República Dominicana en la última década del siglo XIX. Los equipos profesionales se organizaron a principios del siglo XX y se presume que el béisbol de mejor calidad en el Caribe se ha jugado en esta isla.
Sobre el aspecto de la religión, en República Dominicana existe libertad de culto, pero la mayoría de la población es cristiana, principalmente Católica, seguida por los evangélicos, siendo el grupo más creciente, y otros pertenecientes a distintas creencias.
La de mayor trascendencia de la cultura popular dominicana es el carnaval, una celebración recreativa de libertad, integración e identidad, donde las máscaras, la exageración, el sarcasmo, lo insólito, lo satírico, lo grotesco y lo imaginario son sus características básicas. El carnaval se celebra en casi todos los pueblos del país durante los domingos de febrero y marzo.
Como ciudad primada de América, Santo Domingo guarda una valiosa reserva museográfica, donde reposa una parte importante del patrimonio histórico y cultural de este pueblo, localizados en su mayoría en la Ciudad Colonial y en otras zonas periféricas.
Estas salas guardan la identidad dominicana expresada en objetos, documentos, lienzos, esculturas, disfraces, pictografías indigenistas, mobiliarios de diferentes siglos y creencias religiosas.
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